“Cusack, magistral Allen”
Este es uno de esos films exquisitos, impecables en todo sus aspectos (casting, ambientación, guión, trama...), algo, por otro lado, nada sorprendente si hablamos de Woody Allen (en él los fallos son más bien la excepción... Por fortuna el número es escaso y se circunscribe para mi en todo lo que ha hecho tras "Todo lo demás")... Todo el equipo artístico y técnico está en estado de gracia dando como resultado un maravillosamente bien contextualizado ambiente teatral y social de la época, a partir del cual se traza una brillante reflexión sobre el oficio de escribir y sus límites éticos que, en este caso, salpican a la propia realidad de los personajes... A la vez, la coexistencia de dos mundos a priori opuestos, el teatro y la mafia, que se resuelve en el inolvidable Cheech... La ironía continúa con la presencia del tercer bando: el de los intelectualoides que creen estar por encima del resto de la sociedad (con la famosa disgresión sobre qué deberíamos salvar de un incendio, al ser humano o a la única copia de un texto shakesperiano). Todos y cada uno de los personajes están diseñados escrupulosamente, lo cual crea una percepción coral de la historia en la que se recogen los estereotipos de ambos mundos: inolvidable la crepuscular estrella encerrada en una dimensión paralela o la gritona e inculta novia del capo... Y por supuesto, el magnífico alter ego de W.A. que, como Branagh en Celebrity, hace posible eso que a los seguidores del director/actor nos cuesta tanto: disfrutar igual e intensamente con sus películas a pesar de su ausencia... Realmente ambos actores, creo que aún no lo suficientemente reconocidos, lo bordan porque hacen el clásico personaje de Allen a su manera, enriqueciéndolo sin que pierda un ápice de su esencia (que aprenda el protagonista de 'Todo lo demás')... Realmente imprescindible film por su pulcritud y su riqueza, y una de esas experiencias idóneas para arrancar una sonrisa y alegrarte el día dándote al mismo tiempo una lección maestra de cine.