John Cleese dixit

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It´s... AngiePython´s The flying Verses...

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domingo, 10 de febrero de 2008

Playing the Poet...


El alcatraz bajo el estanque (perteneciente a Arde abril, Colección Los Catorce Ocho Miles, Ed. Colectivo Cain, Córdoba, 2007).

“Volverse sombra es dulce para todos/ los que han llorado por quererse tanto” (Pedro Salinas)

Cuando desperté ya no estabas...
Los pliegues en el nórdico te intuyen,
me hacen burla, imitándote;
Tu cuerpo de humo emerge de la cama...
Astral cosmonauta que no se acostumbra
a la dureza incurable de la superficie;
Se dirá que el ánimo te ha emborrachado
el equilibrio y la textura de los pómulos...
Yo sé que, por fin y sin razón, estás muerto.
Se dirá que te empujé ante la escalera de óvalo,
que durante 4 años hicimos de ella un fuerte apache
sabiendo que el contador pararía irremediablemente.

Se dirá que hemos elegido perder la mitad
del corazón creyendo dar de alta a la otra...
Se dirá que nos fugamos del amor,
a lo Doinel, en una maratón incansable

que elegimos sin convicción, con ira
un suicidio irreflexivo, en pasiva de voz media;
Se dirá que marzo, comatoso,
contraído, con el tímpano haciendo aguas,
prefiere las cornisas de arrecife
que impiden la luz bajo el estanque...

Se dirá que descansamos, muertos de pereza,
en la fosa de los alcatraces caídos,
a ras de vida sin tocarla, instalados
para siempre en la eterna víspera,
amnistiados por fin, voluntarios
del destierro y sus malas artes,
exentos y vampíricos ante el espejo,
emborronados con tinta china
de todas las cabezas que nos habitan,
liberados de los sueños verdes
sobre la fría baranda...

Nosotros, vivos, sin honores,
refractados bajo agua,
mal dormimos la vida
de los otros, impúdicos;
Se dirá que cuando recuperemos
la piel arrancada y la sangre suicida
nos abrumará la conglomeración
de pupilas dilatadas, al vacío.

Seremos materia inerte
en permanente descenso,
envuelta en diarios
de la única piel que te pertenece,
desvalido e inocente al abrigo
de un balcón nocturno;
Abril y nosotros sólo ombligos
emanando tinta china
sin querer evitarlo... De nuevo,
levantaremos el suelo,
y el sueño para estar algún día
más cerca de la atmósfera.

Se dirá que germinaremos
en ella, sumergibles, ajenos,
a la inundación de la gotera
convencida de ser maremoto,
condenados a nacer agonizantes,
sin comadrona, vislumbrando
la deformidad de la vida
estrangulada con las manos;
La basura se camufla
poseída por la envidia
ante nuestra inoportuna soledad
de manzana con sabor a gusano.

Esperaremos pasivos,
sin la mesa y las etiquetas puestas,
a que abril aparezca y decida,
una vez lilas nacidas de tierra latiente,
arrancarnos y entregarnos
al frenético suelo embarrado de sexo,
por ese orden, encendido y corto circuito,
a la superficie del puerto, púrpura,
ferry destino océano abierto.

Se dirá que sólo existimos
a este lado de ascendencia virtual,
que hibernamos en clave de síntesis
para que el desplome de la placenta
nos devuelva a la atmósfera prometida.
Se dirá que no fuimos ángeles homicidas
sino infantes a destiempo que no supieron,
que no quisieron quererse, adireccionales,
ni hacia dentro ni hacia fuera, innecesarios...

Se dirá que tras la muerte equivocada,
nos desgarró la mitad del puente frío
y la soga astillosa de hoguera efervescente;
Se dirá que al luto obligado del desenlace
sobre tablas le siguen la espera y la fe desesperada

en que abril no regrese para quedarse.