John Cleese dixit

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It´s... AngiePython´s The flying Verses...

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martes, 24 de junio de 2008

"... Y Truffaut creó a Antoine Doinel" (Los cuatrocientos golpes, 1959)




Con este film, Truffaut pone en práctica de manera paradigmática una de sus citas más famosas (aquélla en la que afirmaba hacer las películas que le hubiera gustado disfrutar en su adolescencia o juventud)... La saga de Doinel, ese joven pícaro, indisciplinado, en ocasiones, frío, calculador, y sin embargo dotado de una sensibilidad única y escondida en un primer momento de su ciclo vital... todo un icono del cine europeo y por supuesto uno de los más carismáticos rostros de la Nouvelle Vague. A través de los diferentes "capítulos" de este personaje, híbrido entre las vivencias del propio director y las de Jean-Pierre Leaud -consolidando desde ahí una relación de mutuo enriquecimiento-, asistimos a un retablo de tramas y secuencias imprescindibles para todo amante del cine decidido a entrar en el microuniverso que fue el cinemá vérité... Sin duda, esta serie constituye el acercamiento más humano posible al complejo individuo que también fue el director; tómese esto como mera anécdota y curiosidad, dada la obviedad de que lo que hace buena o grande una obra de arte es el continente que envuelve un contenido creíble, que no veraz. Es un verdadero regalo para el espectador la continuación que tuvo este film, dada la difícil situación de partida que encuentra el personaje y que puede dejar un sabor agridulce... Aún así, entendida individualmente, hablamos de una gran película en la que uno engacha emocionalmente con el protagonista (eso tan pretendido por todo director que escribe historias de 'personajes') y con ese incomprendido mundo interior que sólo los que vemos el film conocemos ( porque el resto actúa con una falsa preocupación que habla mucho y muy bien de lo fácil que nos resulta hacernos los sordos ante un niño rebelde 'con causa'... Sin embargo, el carácter enérgico y optimista Antoine permite que Truffaut no haga de esto un drama sensiblero, sino, a su estilo, pura contención que provoca una emoción en el espectador más íntima, más intensa, nada facilona o superficial.


A destacar la increible interpretación de Jean Pierre Leaud, que conquista a la cámara en los momentos de pillaje y en los contados pero tremendos instantes en que el personaje como niño que es se viene abajo ( inolvidable la escena del llanto contenido en el furgón trás las rejas).


A pesar de la calidad, indiscutible, desde mi punto de vista, de este film como unidad, Los cuatrocientos golpes supone un perfecto prólogo de las grandes inquietudes y soledades de Doinel que con las siguientes películas irán desarrollándose, dando lugar a un críptico armónicamente cohesionado y coherente.


Con el visionado del film lo único que apetece es zamparse las demás incursiones en las que veremos al magnético e irresistible Doinel crecer ( su relación con las mujeres será uno de los grandes atractivos) como hombre y como artista ( en una línea narrativa paralela y, claro, perfectamente entrelazada a su andadura vital, se despliega toda una reflexión metaliteraria en la que Truffaut pone sobre la mesa sus preocupaciones sobre el oficio del escritor).


Por cierto, maravillosa y nunca suficientemente rememorada la escena del guiñol en la cual el director, en su afán por captar la realidad, sorprende a unos niños que disfrutan tremendamente del espectáculo infantil ajenos al hecho de estar siendo grabados.

7 comentarios:

Javier Álvarez dijo...

Magnífica película, sí. A ver si puedes ver La femme d'à côté, que compite en excelencia con ella.

AngiePython dijo...

Hola Javier! sí, la tengo en casa y también me encanta, tienes razón en l que dices. Gracias por la recomendación.

No nos conocemos verdad? en fin, en cualquier caso, un placer.

Angela

Javier Álvarez dijo...

Sobre Truffaut: A la misma saga pertenece L'amour en fuite, que recuerdo vagamente. Creo que no me gustó, pero tendría que volver a verla.

Sobre mí: No estoy seguro, pero creo que nos conocimos por error en la presentación del libro de José Daniel García.

AngiePython dijo...

Ay, hola... me quedé con tu nombre, pero no con tu apellido.

Qué estupendo encontrarte por aquí...

Sí, a mi "L´amour en fuite" si me gusta, le tengo (lo reconozco) un cariño especial a toda la saga y en concreto a ese film... Además esa de la que me hablas en concreto es interesante porque en ella descansan muchos pilares del cinema vérité en general y de universos como el de Jeunet en particular...

Iré añadiendo comentarios del resto de la saga, a ver qué opinas.

Un beso, Javier y espero verte por aquí a menudo ¿tú tienes blog?

Javier Álvarez dijo...

Jo, no queda bien citarse a sí mismo, pero ya que preguntas..., yo también he pecado: Edad de Oro. Te seguiré leyendo con expectación. Un beso.

ángel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ángel dijo...

Gracias por esta evocación de Truffaut y de su clásico filme. Buscando información sobbre éste, recalé en tu espacio violeta y en sus atmósferas tan frescas.

Un gusto estar aquí.


Saludos...