El miércoles se presentó en la Diputación la antología "Versos MUNDA (nos) al vino de Córdoba", editada por Diputación y por Montilla- Moriles... Fue una noche magnífica, entre amigos (¿qué ´más se puede pedir?) y versos; publico aquí el poema que dediqué a ella prometiendo a aquellos enormes amigos que no pudieron estar (va por ti, Á.)que me haré con un ejemplar para ellos.
Gracias a la "producción" y al trabajo de maquetadores(que se las vieron morenas con la extensión de mis versos) y sobre todo a Antonio Varo y a Antonio Flores, por su dedicación y su entrega...
Violet moineau (in sanguine veritas )
« Illie omne malum vino cantuque levato/
deformis aegrimoniae dulcibus alloquiis”. (Horacio)
“Non Je Ne Regrette RienNon, Rien De Rien, Non, Je Ne Regrette Rien
Ni Le Bien Qu`on M`a Fait, Ni Le Mal
Tout Ca M`est Bien Egal
Non, Rien De Rien, Non, Je Ne Regrette Rien
C`est Paye, Balaye, Oublie, Je Me Fous Du Passe ». (Edith Piaf)
No, nada de nada, no, solo anticongelante, hoy
muerde elipses infectas, espinas en racimo
de carmín arterial y diabólica sonrisa, hoy
cuarto creciente palpita a pie de escala.
No, Edith no lamenta nada, no, de sus trabajos, de sus días,
celebra su cita con el impuntual leteo, pésimo amante,
alivia llagas semifusas, tráquea- rota- partitura...Memoria,
voluble antígona que pide clemencia e invoca a su verdugo.
No, in vino... no, solo verdad de pantano que devora piedras
hasta arañarse los tobillos, verdad inextinguible
que fracasa, malmuerta mil veces, malherida paloma
ala alzada, verdad entumecida que gime para sí misma.
No, solo se esconde, iceberg ante el incendio, no entiende
lo que aúlla su garganta, “tu sangre, elixir envenenado”,
Edith busca arcanos bajo los posos pero solo se devora
la mandíbula, círculo vicioso, víscera disfrazada de uva blanca.
No, no se arrepiente, simple huida de la orácula contrariedad,
desgarro de pómulos por donde escapan la vid y su lujuria,
renuncia de Orfeo a la cicatriz de vasija, Edith elige
áspides de hemoglobina kamikaze, vino funeral del inmolado.
No, Edith, no es narcótico de ánfora sino clónica homicida,
espejo vampírico que araña pentagramas, sometida Fausta
a su reverso de surco afilado, podredumbre de gotera, no, Edith,
tu grieta es astilla, naufragio de Percy con ansias de Calipso.
No, no te engañes, este manantial no acelera el alunizaje, se busca
abril traidor, promesa de corredera perpetua con orilla de río, se traspasa,
autopsia de calendarios, se vende, no hay demanda, se regala, ingratitud,
no, Edith, todo lo detiene, todo lo corrompe, tu sangre tibia de muerto.
No, nada de nada, no, el lamento te somete, viva, te atraviesa, hoy
bayoneta- esternón, te arrastra sin resistencia hasta la tumba, te ensancha
hasta separar el aliento de la comisura, no hay caricia de alta graduación, hoy
tu único consuelo es una partitura, nada de nada, este epitafio de sumisa suicida.
« Illie omne malum vino cantuque levato/
deformis aegrimoniae dulcibus alloquiis”. (Horacio)
“Non Je Ne Regrette RienNon, Rien De Rien, Non, Je Ne Regrette Rien
Ni Le Bien Qu`on M`a Fait, Ni Le Mal
Tout Ca M`est Bien Egal
Non, Rien De Rien, Non, Je Ne Regrette Rien
C`est Paye, Balaye, Oublie, Je Me Fous Du Passe ». (Edith Piaf)
No, nada de nada, no, solo anticongelante, hoy
muerde elipses infectas, espinas en racimo
de carmín arterial y diabólica sonrisa, hoy
cuarto creciente palpita a pie de escala.
No, Edith no lamenta nada, no, de sus trabajos, de sus días,
celebra su cita con el impuntual leteo, pésimo amante,
alivia llagas semifusas, tráquea- rota- partitura...Memoria,
voluble antígona que pide clemencia e invoca a su verdugo.
No, in vino... no, solo verdad de pantano que devora piedras
hasta arañarse los tobillos, verdad inextinguible
que fracasa, malmuerta mil veces, malherida paloma
ala alzada, verdad entumecida que gime para sí misma.
No, solo se esconde, iceberg ante el incendio, no entiende
lo que aúlla su garganta, “tu sangre, elixir envenenado”,
Edith busca arcanos bajo los posos pero solo se devora
la mandíbula, círculo vicioso, víscera disfrazada de uva blanca.
No, no se arrepiente, simple huida de la orácula contrariedad,
desgarro de pómulos por donde escapan la vid y su lujuria,
renuncia de Orfeo a la cicatriz de vasija, Edith elige
áspides de hemoglobina kamikaze, vino funeral del inmolado.
No, Edith, no es narcótico de ánfora sino clónica homicida,
espejo vampírico que araña pentagramas, sometida Fausta
a su reverso de surco afilado, podredumbre de gotera, no, Edith,
tu grieta es astilla, naufragio de Percy con ansias de Calipso.
No, no te engañes, este manantial no acelera el alunizaje, se busca
abril traidor, promesa de corredera perpetua con orilla de río, se traspasa,
autopsia de calendarios, se vende, no hay demanda, se regala, ingratitud,
no, Edith, todo lo detiene, todo lo corrompe, tu sangre tibia de muerto.
No, nada de nada, no, el lamento te somete, viva, te atraviesa, hoy
bayoneta- esternón, te arrastra sin resistencia hasta la tumba, te ensancha
hasta separar el aliento de la comisura, no hay caricia de alta graduación, hoy
tu único consuelo es una partitura, nada de nada, este epitafio de sumisa suicida.
Ángela Jiménez, Versos munda (nos) al vino de Córdoba, Diputación de Córdoba y Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla- Moriles, Córdoba, 2009 (1ª ed.)
3 comentarios:
Cada poema nuevo que leo tuyo es otro laberinto en el que me encanta perderme... Y no es solo porque tú hayas crecido en tu poesía, sino porque la Poesía ha crecido contigo de un tiempo a esta parte.
En cuanto a esa promesa que nos haces a los ausentes, la tendré en cuenta... Anyway, gracias por todo.
Las promesas, los recuerdos, los versos.
Mil besos.
Promesa cumplida.
Jo, Cómo eres...
Se agrega una más a leerte :) Ya con Depeche Mode.. me ganaste jajaja ;)
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